"Premio Ciudad de Tarazona" a la Asociación Centinela Tarazona y a la Junta local de la Asociación Española contra el Cáncer
DÍA DE LA CONSTITUCIÓN.
PREMIO CIUDAD DE TARAZONA 2019.
La Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer así como la Asociación Centinela llevan años de labor abnegada en nuestra ciudad.
Pero hay algo que las dos nos ofrecen cada día y que creo que es la clave de su éxito.
Tanto la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer, como la Asociación Centinela nos muestran un espejo donde mirarnos como ciudad. Es en ese espejo donde podemos encontrarnos cada uno de nosotros. Es ahí donde es posible hallar valores que a veces olvidamos…, pero, sobre todo, es en ese espejo, donde es posible recuperar una imagen de esperanza en un futuro hacia el que, aun con el tiempo que queda por transcurrir, caminamos hoy.
El Premio Ciudad de Tarazona es el reconocimiento explícito de toda una sociedad. Y este año, más que nunca, así ha sido.
Cuando asumí el honor de ser el Alcalde de Tarazona, me comprometí a que estos premios se otorgaran por unanimidad. Y esa unanimidad debía verse reflejada en la unanimidad de todos los grupos políticos municipales. Y este año, así ha sido.
Creo que hemos hecho lo que aquella frase de Donoso Cortés reclamaba: “Hay que unirse, no para estar juntos, sino para hacer algo juntos”.
Queridos amigos,
Tarazona y los turiasonenses tienen su reflejo en esta Corporación Municipal -a todos cuyos miembros quiero dar las gracias no solo el trabajo diario que desarrollan por la ciudad, sino también por su voluntad de consenso a la hora de otorgar estos premios-.
La Corporación, articulada en las diferentes opciones políticas que la componen, no es sino la voluntad política individual de cada uno de los habitantes de Tarazona, expresada a través de unas elecciones libres.
Eso me coloca a mí como Alcalde, pero también al resto de los elegidos, bajo el foco de una inmensa responsabilidad. Porque cuando alguien deposita su voto, no solo está eligiendo a otro para que lo represente. Sino que esa elección supone también una renuncia. Se trata de la renuncia a un pedazo de uno mismo para que sea otro el que tome decisiones por ti.
A quien eliges, le das algo de lo mejor que tienes, que es tu libertad, para que, bajo su mejor criterio y más leal intención, actúe en beneficio de toda la Sociedad.
Por eso, votar a los representantes de todos, también significa construir una sociedad mejor.
Señoras y señores,
La democracia es la diferencia entre la esclavitud y la libertad. Es la diferencia entre vivir callado por miedo o poder gritar al viento tus inquietudes.
Por eso la democracia no puede tener apellidos. Cada vez que a la democracia ha habido que ponerle un apellido, ha sido porque no era una democracia, sino una tiranía camuflada bajo otro nombre que se tenía que defender de la libertad levantando muros contra ella.
Hace poco menos de un mes se conmemoraron los 30 años de la caída del muro de Berlín. Durante décadas, todos los que intentaron cruzarlo lo hicieron en la misma dirección. Elegían el camino de la libertad. El de la democracia.
No podemos olvidar el negativo ejemplo que aquel muro supuso como elemento de fractura para el mundo.
Porque dividir a los ciudadanos es la mayor irresponsabilidad que puede cometer quien tiene la obligación de gobierno.
En España también supimos derribar muros y elegir ese camino de la libertad y de la democracia. Nos costó mucho.
La primera Constitución, la de Cádiz, fue un ejemplo para el mundo.
Siempre se dice que los españoles tendemos a apreciar más lo ajeno que lo propio, a malbaratar nuestros propios esfuerzos y a creernos inferiores a los demás.
Puede que sea un tópico. O es posible que no.
Sin embargo, desde fuera se nos valora como lo que somos: un pueblo aguerrido y leal, cuyo afán de convivencia siempre ha estado presente entre sus inquietudes colectivas.
El propio Napoleón dijo en una ocasión, : “España no lucha por los Borbones, ni por Fernando. Lucha por sus propios derechos. Derechos originales, sagrados, imprescriptibles, superiores e independientes de toda familia o dinastía. España lucha por su Constitución, por sus leyes, sus costumbres, sus usos… En una palabra: España lucha por su Libertad”. Fin de la cita.
Napoleón entendió que la Constitución de Cádiz había surgido como la respuesta de nuestra nación, libre, contra una invasión extranjera.
Una respuesta valiente y democrática.
No es aventurado decir que los españoles de entonces tomaron conciencia de serlo porque la invasión napoleónica pretendía obligarles a ser otra cosa diferente a la de ser españoles.
Pero los españoles no nos rendimos. Hemos tenido durante los dos últimos siglos un afán incombustible de Libertad democrática. Nos pasamos casi 200 años tratando de encontrar la fórmula.
Hace 41 años Conseguimos darnos una Constitución duradera donde todos tuviéramos nuestro sitio. Y, sin embargo, hoy nuestra Constitución está siendo puesta en duda. Y no está siendo puesta en duda solo por quienes quieren romperla, superarla o destruirla. Mucho peor que la duda, es la relativización que se hace de del consenso político que la alumbró. Y, sobre todo, la relativización de hacerlo en un momento y una época mucho más complicada si cabe que la que vivimos hoy.
Como digo, se desprecia el consenso y el esfuerzo quienes lo hicieron posible. Y buscan reparos en una época que es ejemplo y, por qué no, otro espejo donde mirarnos.
Se reniega de la Transición. Se reniega del esfuerzo de toda la sociedad para superarse a sí misma y caminar unida.
Porque eso fue la Transición.
Un momento de encuentro de toda una sociedad. Un momento de superación y de concordia que se convirtió en permanente gracias a la Constitución de todos.
Pero que nadie se lleve a engaño. Los españoles estuvimos a la altura de nuestras propias circunstancias en 1978.
Hoy hace 41 años que los españoles elegimos la democracia sin apellidos, la convivencia sin fractura, el respeto al diferente como modelo de vida.
Hoy hace 41 años que los españoles se miraron a los ojos de nuevo para caminar juntos.
Han pasado 41 años desde que la gente dejó atrás un doloroso pasado y empezó a construir un nuevo destino.
Eso es lo que pasó hace 41 años.
Eso es lo que supimos ejercitar sin complejos.
Como se cantaba entonces, “la libertad sin ira, libertad”.
41 años después, no podemos olvidar que cogerse de la mano por causa de la libertad y recorrer juntos el inexplorado camino de la democracia, merecía y siempre merecerá un esfuerzo.
No hay que celebrar el día de hoy. Hay que celebrar la Constitución en sí misma.
Hay que celebrar que es la Constitución la que nos permite estar esta mañana aquí, unánimemente unidos por dos ejemplos, por dos asociaciones que bajo ese mandato común de los españoles han desarrollado su trabajo en la búsqueda de la felicidad de quien sufre y padece.
Queridos amigos,
Puede parecer una obviedad -porque ya se ha dicho mucho-, que estos cuarenta y un años desde la entrada en vigor de nuestra Carta Magna, han sido los más prósperos y pacíficos de nuestra Historia común como nación.
¡Pero es que es cierto!
La Constitución, que en realidad somos nosotros mismos convertidos en un texto legal, nos ha unido frente a las crisis económicas, frente a los ataques de dentro y los de fuera. Es la Constitución y nuestra confianza en ella, la que derroto al terrorismo y ha afrontado junto a nosotros, protegiéndonos, los más terribles desafíos durante todos estos años.
Nuestra Constitución es un ejemplo del servicio de toda una sociedad a sí misma. Y eso no debemos olvidarlo nunca. Porque el ejemplo de 1978, es el que ha de servirnos hoy para superar los desafíos y las dificultades que se crucen en el camino de nuestra libertad como nación.
Queridos Turiasonenses, termino ya.
Reitero mi enhorabuena a los unánimemente premiados, a quienes pido que sigan trabajando por el bien de esta ciudad, por el bien de todas aquellas personas que encuentran apoyo, consuelo y ayuda en vosotros.
Y deseo que, tal día como hoy, pero dentro de otros 41 años, otro Alcalde de Tarazona esté dando estos premios y hable de la Constitución de 1978 sin nostalgia, porque ésta sigue tan viva como el primer día.
Muchas gracias. Y Feliz día de la Constitución