Fue construido entre 1557 y 1565 por Antonio Eguarás, acaudalado mercader y viajero conocedor de las principales ciudades europeas. El edificio, de estilo renacentista, fue ampliado y reformado en varias ocasiones.
El palacio se distribuye alrededor de un maravilloso patio, y una de las alas da al jardín. En el interior se conservan pinturas murales con representaciones de alegorías morales y artes liberales pertenecientes a la decoración original del siglo XVI.